Tu
ilusión se parece a una ciudad antigua,
a
las caobas llenas de aroma entristecido,
a
las piedras eternas y a las niñas heridas;
un
pájaro de agosto se ahoga en tus pupilas,
y,
como un traje obscuro, se te cae el delirio.
Seria
como una espada, tienes la gran dulzura
de
los viejos y tiernos sonetos del crepúsculo;
tu
dignidad pueril arde como las frutas;
tus
cantos se parecen a una gran jarra obscura
que
se volcase arriba del ideal del mundo.
Tal
como las semillas, te desgarraste en hijos,
y,
lo mismo que un sueño que se multiplicara,
la
carne dolorosa se te llenó de niños;
mujercita
de invierno, nublada de suspiros,
la
tristeza del sexo te muerde la palabra.
(Carlos
Ignacio Díaz Loyola)
Chile
Licantén,
17 de octubre de 1895
Santiago
de Chile, 10 de diciembre de 1968
1 comentario:
Precioso, lo he leído dos veces y me ha encantado...Creatividad, pasión y entrega en las letras...Mi felicitación para Pablo y para ti por traerlo a tu espacio, Trini.
Mi abrazo y mi cariño.
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