No
olvida. No se aleja
este
granuja astuto
de
nuestra vida. Siempre
de
prestado, sin rumbo,
como
cualquiera, aquí anda,
se
lava aquí, tozudo,
entre
nuestros zapatos.
¿Qué
busca en nuestro oscuro
vivir
¿Qué amor encuentra
en
nuestro pan tan duro?
Ya
dio el aire a los muertos
este
gorrión, que pudo
volar,
pero aquí sigue,
aquí
abajo, seguro,
metiendo
en su pechuga
todo
el polvo del mundo.
España
Zamora,
30 de enero de 1934/
Madrid,
22 de julio de 1999
No hay comentarios:
Publicar un comentario